En septiembre de 2022, Uruguay experimentó su mayor aumento en el índice general de precios al consumidor (IPC), cercano al 10% que obligó al Comité de Política Monetaria del Banco Central del Uruguay (BCU) a optar por un nuevo incremento en la TPM para desacelerar al IPC. En este sentido, se ha ido aumentando la tasa de interés progresivamente, colocándola hoy día en 11,5%. El BCU profundizó el sesgo contractivo de la política monetaria.
Evolución de la tasa de interés en Uruguay (ver gráfico 1):
Gráfico 1

En el gráfico anterior, podemos ver cómo ha ido creciendo progresivamente la tasa de interés. Al inicio del 2022 se ubicó en 6,50%, pero a final del año se ubicó en 11,50%; es decir, subió 5 puntos porcentuales. Estos incrementos, buscan aminorar los efectos externos de inflación sobre los precios internos y sobre las perspectivas futura.
Según el informe de política monetaria publicado en el sitio web del BCU, la inflación interanual de Uruguay en el año 2022, cerró en 8,9% disminuyendo así, en 1,65 puntos porcentuales menos al registrado en septiembre de ese mismo año que fue de 9,95%. Esto se produce posterior al aumento de la tasa de interés como herramienta establecida por el BCU y se espera mantenerla a medida en que los shocks temporales ligados a los precios de los commodities continúen atenuándose y se profundicen los instrumentos de la política monetaria contractiva. (Esta información es visible en: https://www.bcu.gub.uy/Politica-Economica-y-Mercados/Reportes%20de%20Poltica%20Monetaria/IPOM-2022.IV.pdf).
Por otro lado, el IPC del año 2022, significó una variación de 0,33% mayor con respecto al año 2021 (ver gráfico 2).
Gráfico 2

En el gráfico anterior podemos notar que, en el año 2022, la inflación interanual cerró en 8,29% en comparación a la registrada en el 2021 que fue de 7,96%; es decir, en el 2022 hubo un incremento de 0,33 puntos porcentuales con respecto al año 2021.
En este sentido, para llegar a la decisión de establecer un incremento en la tasa de interés, se consideraron los aspectos internacionales como el aumento en la actividad mostrada por la economía de los Estados Unidos, el cierre anual de la zona euro y la culminación de las limitaciones a la movilidad en China. En cuanto a los aspectos nacionales, el impacto de la sequÍa que afecta a la actividad agropecuaria y, por ende, en los precios de los alimentos.
Sin embargo, estas medidas aplicadas por el BCU, ha generado en la población, una incertidumbre sobre los posibles aumentos futuros que provocaron un incremento en el precio del dólar estadounidense en ese país, devaluándose así el peso uruguayo a principios de 2023. Una vez conocidas las cifras de inflación en enero de este año que se ubicó en 8,05% en términos interanuales, es decir, que el IPC tuvo una disminución, posiblemente ha permitido que el comité de política monetaria haya anunciado en el mes de febrero, que la tasa de interés se mantendría en 11,50% como en su último anuncio de diciembre de 2022.