La devaluación del peso argentino es un fenómeno económico que se ha vuelto recurrente en las últimas décadas en este país. La inestabilidad económica y la falta de confianza en el sistema financiero son algunas de las causas que han llevado a la devaluación de su moneda nacional.
Tipo de Cambio Nominal Promedio Del Peso Argentino Respecto al Dólar
Enero 2021 – Febrero 2023
(Pesos Argentinos)

Fuente: Banco Central de la República de Argentina
Vamos a revisar la evolución del peso argentino desde 2021. Para ello se obtuvieron datos del tipo de cambio nominal promedio del peso argentino con relación al dólar de enero de 2021 a febrero 2023, período en el cual presentó una variación del 111,98% ($ 96,27) al pasar de $ 85,97 a $ 182,24.
En ese sentido, se ha observado que tanto la devaluación de la moneda como la inflación han sido fenómenos económicos recurrentes en Argentina. De hecho, al ampliar el periodo de análisis tenemos que, la tasa de cambio de marzo 2003 ($ 3,07) con respecto marzo 2023 ($ 191,89) ha incrementado en 6.150%. Por su parte, al analizar la inflación interanual podemos señalar que en mayo de 1989 se ubicó en 764,7% hasta alcanzar un máximo de 20.262,8% en el mismo mes de 1990, período en el cual el país atravesó un período hiperinflacionario. Luego desde el 30 de noviembre de 1991 hasta el 31 de julio de 1993 mantuvo variaciones de 2 cifras para caer en un período con cifras de 1 dígito desde el 2006 hasta el 2010, no obstante, a partir del 2012 hasta el presente el país mantiene una inflación interanual de 2 dígitos con amplia posibilidad de llegar a las 3 cifras.
Las situaciones descritas, demuestran el país ha sufrido episodios inflacionarios que han erosionado el valor de la moneda nacional y por consiguiente afectado negativamente la economía en su conjunto.
Otro factor que contribuye a la devaluación es la falta de confianza en la economía por parte de los inversores extranjeros. La inestabilidad política y económica, junto con la falta de medidas para reducir la inflación y estabilizar la economía han llevado a una fuga de capitales y a una disminución en la inversión extranjera directa en el país, afectando a la economía en su conjunto. La disminución de dichos flujos contribuye a desacelerar el crecimiento económico, la creación de empleo y la generación de ingresos.
La dependencia del país para generar ingresos en moneda extranjera mediante la exportación de materias primas o también denominados commodities, como la soja, ha contribuido a la erosión del valor de la moneda respecto al dólar. Si bien este tipo de exportaciones han sido un motor relevante para el crecimiento económico del país, también ha llevado a una falta de diversificación de la economía. Esto ha hecho que sea vulnerable a los cambios en los precios internacionales de las materias primas, afectando negativamente el valor del peso.
En cuanto a los efectos negativos de la devaluación en Argentina, podemos decir que uno de los más relevantes se relaciona tanto con la pérdida de poder de compra de otra moneda como con la disminución en el valor de los ahorros y las inversiones en pesos. Principalmente, debido a que las economías dependientes del sector externo requieren de una mayor cantidad de productos o materias primas importadas para producir o comercializar productos, ocasionando un incremento de los costos de producción debido a la necesidad de los agentes económicos de comprar dólares con cada vez una mayor cantidad de pesos. Por consiguiente, estos trasladan sus costos al precio final de los productos y servicios, ocasionando que el país entre en un espiral en el cual la inflación y la devaluación se alimentan mutuamente.
La situación antes descrita, termina por inquietar a los ahorradores e inversores nacionales, así como, a los extranjeros que tienen exposición al mercado argentino. En ese sentido, podemos decir que existen varias soluciones posibles que pueden ser aplicadas para subsanar los problemas económicos de la nación sudamericana. Una de estas es que el gobierno implemente políticas que reduzcan la inflación y mejoren la confianza de los inversores. Esto puede incluir medidas fiscales y monetarias restrictivas, la reducción del gasto público, el aumento de las tasas de interés y la disminución de la emisión monetaria. Además, el gobierno puede implementar políticas dirigidas a fomentar la inversión extranjera en el país, lo que generará ingresos en divisas y reducirá la dependencia del país al endeudamiento externo.
Sin embargo, el contexto económico de Argentina se torna complicado y con muchas variables a tomar en cuenta. Es difícil dar con la receta secreta que mejore la confianza en el país y las expectativas comiencen a mejorar. Los argentinos deberán ser listos y tomar sus precauciones para proteger su dinero y su poder de compra tanto de la inflación, como de la devaluación.