La actividad económica creció 5,2% en 2022, pero ha entrado en un ciclo de ralentización
La economía argentina creció 5,2% en 2022 según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), pero la fuerte sequía que azota al país y los desequilibrios fiscales y monetarios están ralentizando la actividad económica. El último trimestre se presentó una caída de 1,5% con respecto al trimestre anterior.
Esto en un año en el que se llevarán a cabo elecciones presidenciales y legislativas y no se esperan decisiones cruciales en política económica, sino más bien que se administre la coyuntura.
Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), el 24% del PIB en este país proviene del campo. El sector agricultura, ganadería caza y silvicultura cayó 4,1% en 2022 y 10,3% el último trimestre del año como consecuencia de la sequía, principalmente. Un mejor desempeño se registró en el sector turístico (+35%), minero (+13,5%), construcción (+5,8%) y manufactura (+5,0%).
Durante el cuarto trimestre el consumo privado se vio afectado por el repunte de la inflación cayendo 1,5% con respecto al tercer trimestre. Mayor fue la caída de la inversión que retrocedió 7,2%.
Inflación y tipo de cambio
En Argentina la tasa de inflación no alcanzaba los tres dígitos desde 1990. En febrero de este año fue de 6,6% con lo que el dato anualizado alcanzó 102,5%, según cifras del Indec. Para este año la mayoría de los analistas estima una mayor presión inflacionaria debido al financiamiento monetario del déficit del gobierno y a una mayor depreciación del peso.
En el mercado cambiario, el peso se mantiene bajo presión a pesar que el BCRA ha intervenido con ventas netas de $1.239 millones solo en marzo. El ritmo de devaluación se ha acelerado y la brecha entre el mercado oficial y el blue supera el 83%. El precio del dólar oficial aumentó 5,0% en febrero y en marzo ya acumula una devaluación de 4,2%. El 23 de marzo el dólar oficial se cotizaba en 212,50 pesos por dólar y el blue en 389 pesos por dólar.
Canje de bonos para financiar déficit y aliviar brecha cambiaria
La última estrategia del gobierno para enfrentar el desequilibrio fiscal y cambiario fue anunciada esta semana. Mediante decreto presidencial, el gobierno obliga a los organismos públicos tenedores de bonos en dólares a venderlos en pesos en el mercado secundario y con esos fondos adquirir bonos públicos emitidos por el Tesoro.
Esta operación incluye alrededor de 4.000 millones de dólares en bonos globales y 11.500 millones en los denominados Bonares (bajo ley argentina), mayormente en manos del Anses, organismo a cargo de la administración de pensiones y seguridad social en el país.
Con esta estrategia el gobierno se hace de recursos frescos para financiar el déficit sin emisión monetaria. En el mercado cambiario en el corto plazo la medida impactará a la baja la cotización del dólar porque incrementa la oferta de instrumentos para acceder a dólares legalmente. La medida ha desatado controversias y reacciones opuestas en los mercados a pesar de que el cronograma de canje no se ha iniciado. Los bonos globales cayeron en promedio 1% en Wall Street este jueves y el S&P Merval en Buenos Aires retrocedió 2,5%. En el mercado cambiario el dólar MEP cayó 2,9% y el Contrato con Liquidación en 1,8%. Habrá que estar pendientes del inicio del canje y las potenciales consecuencias, por lo pronto la calificadora Fitch ha bajado la calificación de la deuda soberana de CCC- a C reflejando la posibilidad de impago de la deuda.