El pasado 30 de marzo se anunció la decisión de política monetaria de Banco de México. El comité del organismo decidió incrementar la tasa de referencia en 25 puntos base, llevándola a 11.25%, siguiendo la decisión de la Reserva Federal (+25 pb) y manteniendo el spread entre las tasas objetivo. El anuncio resaltó un panorama financiero de alta volatilidad debido a los acontecimientos bancarios en Estados Unidos y Europa, así como de una disminución en el ritmo de alzas de tasas de interés como resultado del dato de la primera quincena de marzo en el que la inflación general se había moderado y la subyacente disminuido ligeramente su crecimiento.
El tipo de cambio FIX termina marzo con un nivel de 18.04 pesos por dólar para mostrar una apreciación semanal de 1.86% (desde el 27 de marzo), y del 5.26% desde el 15 de marzo cuando se observó nivel más alto del mes, rozando los 19 pesos por dólar como consecuencia de la mayor aversión al riesgo por las quiebras de Silicon Valley Bank y Signature Bank, además de la venta de Credit Suisse.
Es posible que la apreciación del tipo de cambio del preso frente al dólar en 2022 y lo que va de 2023 esté comenzando a mostrar signos de afectación en la balanza comercial que en febrero de 2023 registró un déficit de 1,844 millones de dólares, siendo un mes típicamente superavitario los últimos 6 años. El crecimiento tanto de las importaciones como de las exportaciones se ha moderado, siendo más acentuada la disminución en las exportaciones.
En lo que respecta a la tasa de desempleo el 31 de marzo se publicaron los resultados para el mes de febrero de 2023 mostrando cifras históricamente bajas. La tasa de desocupación nacional se ubicó en 2.8% de la Población Económicamente Activa (PEA) con datos desestacionalizados, nivel menor al de 2.9% del mes previo. No olvidemos que en el caso de la economía mexicana este indicador no proporciona información completa sobre el mercado laboral ya que México tiene una tasa de informalidad de alrededor del 55.2% al cuarto trimestre del 2022. Sin embargo, es de resaltar las cifras históricamente bajas.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer el pasado viernes los pre-criterios de política económica que sientan las bases para el presupuesto de 2024 (año electoral). En dicho documento la SHCP espera que el PIB de México crezca 3% este 2023 y 2024. El 3% para 2023 no se modificó respecto a lo presentado en el paquete económico 2023 en septiembre del año pasado, pero para 2024 se incrementó pues tenía previsto un 2.4%. Respecto a la inflación se preveía que la inflación llegara en diciembre a 3.2%, la nueva previsión se elevó a 5%; en tanto que para el cierre de 2024 espera que retroceda a 4%.
Para el tipo de cambio espera que cierre 2023 en 19.1 pesos por dólar, nivel inferior al pronóstico de septiembre cuando fue de 20.6 pesos por dólar. En tanto que para el cierre de 2024 el nivel estimado es de 19.3. En lo que respecta al petróleo estima el precio promedio de la mezcla mexicana cierre en 66.6 dólares por barril, inferior al 68.7 dólares del paquete económico 2023.
En resumen, la SCHP espera mayor crecimiento con mayor inflación y un peso con una moderada depreciación frente al dólar en lo que resta de 2023. Sin embargo, hemos visto que ante un escenario de mayor aversión al riesgo el peso (y en general las monedas de los países emergentes) sufren una depreciación de mayor escala, como se observó a mediados de marzo con las turbulencias bancarias en Estados Unidos y Europa.
Dentro de los principales acontecimientos políticos ha sido nombrada la primera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE) de México, Guadalupe Taddei Zavala, junto con otros tres consejeros electorales en una tormenta de críticas y renuncias dentro del órgano autónomo. El INE es quien organizará las siguientes elecciones presidenciales de 2024, es una institución fundamental para preservar el camino recorrido en torno a la democracia mexicana. Esta semana hay que estar atento a la evolución del tipo de cambio, así como del dato de remesas que han sido una fuente importante de recursos en moneda extranjera, además de ser una transferencia que apoya el consumo básico de las familias menos favorecidas en México.
Ana Silvia Romero González
Economista de Banco de México
Licenciada en Economía por la UNAM
Maestra en Economía por El Colegio de México
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