El proceso de bancarización en América Latina ha sido relativamente lento y complicado; restricciones territoriales, tecnológicas y barreras de conocimiento son algunos de los principales problemas que ha enfrentado esta región en las últimas tres décadas para expandir los servicios financieros disponibles al público en general. No obstante, en años recientes, el auge de las startup Fintech ha ofrecido una alternativa a los bancos comerciales y en general, a la forma de ahorrar, gastar e invertir. Tal es la importancia de la inclusión financiera para un país, que en el marco de la agenda de desarrollo sostenible de la ONU[1], se considera que la inclusión financiera es un elemento que facilita la consecución de 7 de los 17 objetivos.
La irrupción en el mercado de las empresas Fintech ha afectado distintas dimensiones de la inclusión financiera[2]. En primer lugar, han aumentado el acceso, pues los puntos de contacto entre la población y los servicios financieros se han expandido, aprovechando que la mayoría de las personas tiene acceso a celular e Internet, sobre todo en zonas urbanas. Por otro lado, el número de individuos qué contratan algún servicio financiero ha crecido, las cuentas de débito con startups o aplicaciones cuentan con la ventaja de tener en general, trámites más sencillos que no te hacen salir de casa, con lo cual, el uso de este tipo de servicios también se incrementó. Finalmente, dichas empresas han optado por canales de comunicación más transparentes, dejando en claro comisiones y costos, que, en general también son menores.
Personas de 15 años y más que tiene cuenta en alguna institución financiera
(Porcentaje)

Fuente: Elaboración propia con datos del Banco Mundial
Como se observa en la gráfica, después de la pandemia, el porcentaje de personas que tiene una cuenta de alguna institución financiera aumentó respecto del periodo previo, reflejando en parte, el rápido aumento de este tipo de empresas, en un contexto en donde las restricciones de movilidad complicaban ciertos tramites en persona. Por otro lado, si bien se observa un incremento similar, en países de América latina tenemos un rezago evidente respecto de Europa, por lo tanto, mientras más compañías entren a nuestros mercados con una oferta de servicios financieros más accesible y competitiva, se continuará avanzando en ese sentido.
El rápido avance de este tipo de compañías estuvo acompaño de innovaciones tecnológicas qué permiten aprovechar infraestructura de telecomunicaciones para expandir la oferta de servicios. En la década de los 90 resultaba complicado pensar que no se tuviera que salir de casa para obtener una cuenta de débito o hacer algún pago en tu crédito hipotecario, hoy en día, resulta mucho más sencillo hacer este tipo de operaciones gracias a que las aplicaciones están almacenadas en el celular y las tarifas de conexión a Internet han bajado en términos de Kilobyte por minuto. Con datos de banco mundial sabemos que en el 2017 en promedio el 25% de personas consultó su cuenta bancaria en el celular, para 2021 este porcentaje incrementó hasta 41%.
Un beneficio adicional de las Fintech es que han traído servicios de compra de acciones o cuentas en dólares de una forma mucho más accesible al público en general, ya estos servicios no estaban contemplados en muchos de los bancos comerciales o bien se necesitaban muchos tramites en un departamento más especializado para lograrlo. Actualmente, existen casas de bolsas que tienen su propia aplicación y donde se puede comprar acciones de las empresas más importantes del mundo. Así, el consumidor está en posición de hacer un mejor uso del dinero que gana regularmente, obteniendo un mayor retorno en un plazo determinado o bien, con una cuenta de depósitos a la vista en la que se generen algunos rendimientos, en lugar de sólo estar guardados.
A pesar de todos los beneficios que se han mencionado, también debemos poner en contexto que, dados estos avances y el aumento en la oferta de este tipo de servicios financieros, se debe poner particular atención a la regulación vigente en las distintas plataformas y países. Por una parte, si es una cuenta de ahorro, se tiene que observar si se encuentra regulada por las instituciones adecuadas y, además, conocer el monto que se tiene asegurado por los sistemas de protección al ahorro. Asimismo, cuando hablamos de cuentas en alguna divisa distinta a la nacional, se tiene que observar que se encuentre regulada y supervisada por algún departamento de prevención de lavado de dinero. Finalmente, cuando se contrata algún servicio de casa de bolsa, se tiene que poner particular atención a que se encuentre afiliada a alguna comisión de valores y tener en claro las comisiones que se cobran por transacción.
[1] Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, ONU, 2015
[2] Comisión Nacional Bancaria y de valores. (https://www.gob.mx/cnbv/acciones-y-programas/inclusion-financiera-5319#:~:text=En%20M%C3%A9xico%2C%20la%20inclusi%C3%B3n%20financiera,los%20segmentos%20de%20la%20poblaci%C3%B3n).